Add parallel Print Page Options

Pero Jesús, que leía sus pensamientos, les dijo:

— ¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil? ¿Decir: “Tus pecados quedan perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en este mundo para perdonar pecados.

Se volvió entonces al paralítico y le dijo:

— Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa.

Read full chapter